domingo, 17 de agosto de 2008

Aprendí a tejer


Acabás de desmentir mi epidermis y lo que ella oculta, no tengo ganas de bucear en el lapso que ocupa este desierto cerúleo. Mejor voy a hablar del ovillo de orquídeas presente en mis rarezas.

Los ingredientes del líquido mio son contraste de los tuyos, esta vez no te ahogaré en el sabor que tienen éstos ni en qué parte de tu lengua los podrás percibir.

Tus cúmulos reemplazan mis montañas... o las opacan. Y hoy, prefiero un hábitat que sea mi sirviente, carente de hiel, de amargura.

Sí, quizás (puedo aceptar esto) tengo la distorción de la imagen, pero eso sí... no sé a quien culpar. Es que no existe la necesidad, es agradable tenerla.

-Estás tranquila, me dijiste. Quedé inmóvil y sin habla, sin dedos. Censuraste el crecimiento de mi jardín destejido. Tranquila, soy frágil a tu fuerza, y sí...

Tranquila estoy, vestida.

1 comentario:

Imán dijo...

amo esta foto
me trae mucha calma y ganas de leer